IES José Mor de Fuentes

viernes, 12 de noviembre de 2010

Historias ganadoras del concurso de relatos breves de miedo!!


MOR(T) DE FUENTES

Eco. Tan solo eco. La pared del pasillo juega al frontón con mis palabras. Mis sentidos me confirman que tendré que pasar la noche en el edificio más antiguo del instituto. Las preguntas se atropellan asaltando mi pensamiento: ¿Tan absorto estaba corrigiendo los exámenes que no me di cuenta de que la conserje había cerrado el edificio? ¿Por qué no decidí alimentarme la batería del móvil, que sonríe hambriento y vengativo en mano? ¿Hay alguien que me escuche la desesperación de mis gritos?
Calma. Sólo tengo que esperar unas horas en esta oscura noche de Halloween. Poco a poco una niebla espesa engulle el instituto y su digestión provoca  un desasosiego en mi estómago. Y al mismo ritmo que desaparecen los árboles y el patio de recreo, también lo hace mi tranquilidad.
¿Qué ha sido eso?. Un grito. Tal vez un niño. Ha sonado muy cerca. Una mueca asoma en mi rostro porque encuentro la razón por la que los protagonistas de las películas de terror se sienten empujados a meterse en la boca del lobo. Esta vez soy yo el protagonista. Salgo al pasillo. Una mano palpa la oscuridad, la otra sostiene un mechero. No hay nadie, sólo mi miedo. Vuelvo al aula. Un momento. En la pizarra aparece el dibujo de un cuerpo descuartizado, y bajo la lúgubre estampa la firma de tres palabras: “VAS A MORIR”.
La cordura empieza a abandonarme. Un escalofrío toma su lugar y me empuja a poner fin a la pesadilla. Salgo de nuevo al pasillo y mi moderno candil me ofrece la visión de unas palabras en el espejo del baño de alumnos. Están escritas en rojo sangre. Repetidas como el estribillo cansino de una canción del verano. “VAS A MORIR” “VAS A MORIR” “VAS A MORIR”. De repente mi boca empieza a cantarlas. ¿Por qué lo hago? Tal vez porque escuchándome me da el valor suficiente para emprender mi huída.
No. Al final del pasillo hay un cuerpo no muy alto. Sí, es un niño. Está ensangrentado. Me está mirando, con las cuencas de sus ojos llenos de niebla. Sonríe y me señala con su dedo deforme. Viene hacia mí. Está aquí. …
Ahora sólo queda el vacío. 
                                                                                 1er Premio Categoría Profesores
Eduardo Marsó (Profesor de Economía)


EL OTRO LADO DEL ESPEJO

Estaba durmiendo en mi habitación como cualquier otro día; había tormenta y cada rayo que caía se iluminaba toda la habitación.
En uno de estos destellos de luz, me fijé en el espejo que tengo colgado en la pared y pude distinguir unas extrañas caras que miraban fijamente hacia mi cama.
Asustado, me levanté inmediatamente, descolgué el espejo y lo guardé dentro del armario aún sin estar seguro de lo que realmente había visto.
Pasaron semanas y me fui a dormir a casa de un amigo.
Antes de dormir fui al baño y de repente se abrió el grifo, comenzó a salir mucho agua y de ella vapor empañando el espejo del baño.
Miré al espejo muy asustado mientras se escribía:
“Devuelve el espejo a su sitio”
“Queremos vigilarte mientras duermes”

1er Premio Categoría Ciclos
David Moreno Fernández
 (Alumno de Grado Medio de Química, 2º curso)


ÉL

 MI VIDA HA SIDO UN MÍSERO TORMENTO DESDE EL DÍA EN QUE NOTÉ SU PRESENCIA NO SÉ QUIÉN ERA PERO LE NOTABA EN MI CASA. CREÍA QUE ERA UNA ALUCINACIÓN Y NO PENSÉ EN ELLO.
A ESO DE LAS 4, VI SU SOMBRA, COMENCÉ A INTRANQUILIZARME, COMO ESTABA SOLO EMPECÉ A PREGUNTAR ¿QUIÉN ERES? ¿QUÉ HACES AQUÍ?
¡VETE! MI RESPUESTA FUE SILENCIO.
DESDE ESE DÍA TENGO SU PRESENCIA ALLÁ DONDE VOY SIN SABER QUÉ ES O QUIÉN ES, PUEDE QUE SEA MI MENTE DEGENERADA QUE SE LO IMAGINA.
SOLO SÉ QUE ES ALGO QUE ME ATORMENTA.

1er Premio Categoría Alumnos
Manuel Serena
(Alumno de 2ºC ESO)

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